Al adquirir un coche usado suelen surgir dudas. Debido a que es un bien que requiere de parte de nuestros ahorros, debe ser una decisión que suele meditarse muy detenidamente. La clave es determinar lo que realmente necesitamos. Elegir dónde comprarlo, así como la revisión del estado del vehículo, serán los pasos que complementen la compra perfecta.
Solo con toma papel y lápiz y contesta las siguientes preguntas:
- ¿Qué uso le daré?
- ¿Familiar o particular?
- ¿Paseos cortos o largos?
- ¿Diésel o gasolina?
- ¿Berlina o Dos Puertas, Compacto o Utilitario?
- ¿Cuál es tu presupuesto?
Si las respuestas satisfacen tu necesidad, pasa al siguiente nivel ¿Dónde comprarlo? El mercado de los coches de segunda mano es muy amplio y variado. Puedes conseguir ofertas maravillosas o quizás te topes con genuinas estafas. Por suerte, existen concesionarios especializados en coches de ocasión que suelen ofrecer muchas ventajas. Si buscas abundante surtido de vehículos y contar con la asesoría profesional, los concesionarios son los sitios ideales.
Revisa profundamente el coche antes de tomar la decisión final. El aspecto exterior debe coincidir con las condiciones de uso y kilometraje al que ha sido sometido. Si encuentras asimetrías entre las partes del vehículo o colores distintos, lo mejor es descártalo. El interior debe ser sometido a la misma inspección, observando con cuidado los detalles de la tapicería.
En cuanto a la mecánica, lo elemental es someterlo a una prueba de manejo. Si no eres muy experto en la conducción, solicitar ayuda de alguien con más experiencia tras el volante, esto es muy útil. No olvides examinar: estado de los neumáticos, sistema de frenado y comprueba que no tengas fugas de aceite, combustible o fluidos.
Por último, recuerda realizara una minuciosa revisión la documentación del coche. Comprueba que no tenga cargas fiscales. Si lo adquieres en un concesionario no olvides leer detenidamente las condiciones de la garantía que te ofrezcan.